En este artículo escrito por Aldo Mariategui, un periodista absolutamente derechista, que trabaja en Frecuencia Latina y ataca diariamente a la candidata de Lima Susana Villarán, alaba al candidato de las 14 provincias, de pasto grande limita con Bolivia, JUAN LUQUE MAMANI de RAICES, y dice que es una opción moderada.
La Muerte Escarlata
Noto una muy peligrosa complacencia en los medios políticos y empresariales con respecto a las próximas elecciones regionales y municipales (por no hablar de las presidenciales, donde muchos confiados dicen ingenuamente "Humala ya fue").
Salvo el ahora muy disminuido APRA, los partidos políticos moderados no están haciendo la pelea en provincias. Incluso el fujimorismo, que tiene su jale en provincias, no va a presentar muchos candidatos porque se va a concentrar básicamente en las presidenciales. Nadie está buscando colocar y apoyar candidatos moderados de peso, dejándole peligrosamente la cancha libre a los radicales, los que ganan entonces por walk-over.
La prensa limeña en general vive absolutamente a espaldas de lo que está sucediendo allí. Su universo se acaba en Kouri y Lourdes, más los distritos. ¡Ni siquiera se ocupan de la región Lima! Y la prensa local provinciana, salvo muy pocas y honrosas excepciones, no se compra el pleito de ponerse a pelear con las candidaturas radicales (ya eso se vio claramente en las pasadas elecciones presidenciales, donde no tocaban a Humala ni con el pétalo de una rosa).
Lo que va a ocurrir es que muchos en Lima van a recibir un mazazo cuando vean los resultados el 3 de octubre (curiosamente, es el día del golpe de Velasco; sería muy simbólico que el interior pegue un bandazo fuerte a la izquierda ese día). Porque no se dan cuenta de que un rosario de triunfos izquierdistas y radicales en provincias va a suponer un "shot" de anabólicos en la candidatura humalista, que tomaría mucha viada con esas victorias de candidaturas cercanas. Va a ser sádicamente divertido observar las caras de asustados y lo pálidos que van a estar todos los empresarios en la próxima CADE con estos resultados, sobre todo aquellos que ahora tienen mucho que perder. Va a ser como ese cuento de Poe cuando la Muerte Escarlata se cuela en una fiesta de disfraces de poderosos y se las arruina letalmente.
Cito ejemplos: el favorito en Puno para la presidencia regional es Alberto Quintanilla, ex PUM y muy cercano aún a Javier Diez Canseco. Es un empresario radial marxista para nada tan ineficiente y tan poco preparado como el actual presidente regional Hernán Fuentes. ¡Quintanilla captura Puno (en las elecciones pasadas quedó segundo y no le ganó a Fuentes por poquito) y allí sí vamos a tener rojerío para rato administrando esa región, porque posee cuadros muy orgánicos y activistas!
Salvo el ahora muy disminuido APRA, los partidos políticos moderados no están haciendo la pelea en provincias. Incluso el fujimorismo, que tiene su jale en provincias, no va a presentar muchos candidatos porque se va a concentrar básicamente en las presidenciales. Nadie está buscando colocar y apoyar candidatos moderados de peso, dejándole peligrosamente la cancha libre a los radicales, los que ganan entonces por walk-over.
La prensa limeña en general vive absolutamente a espaldas de lo que está sucediendo allí. Su universo se acaba en Kouri y Lourdes, más los distritos. ¡Ni siquiera se ocupan de la región Lima! Y la prensa local provinciana, salvo muy pocas y honrosas excepciones, no se compra el pleito de ponerse a pelear con las candidaturas radicales (ya eso se vio claramente en las pasadas elecciones presidenciales, donde no tocaban a Humala ni con el pétalo de una rosa).
Lo que va a ocurrir es que muchos en Lima van a recibir un mazazo cuando vean los resultados el 3 de octubre (curiosamente, es el día del golpe de Velasco; sería muy simbólico que el interior pegue un bandazo fuerte a la izquierda ese día). Porque no se dan cuenta de que un rosario de triunfos izquierdistas y radicales en provincias va a suponer un "shot" de anabólicos en la candidatura humalista, que tomaría mucha viada con esas victorias de candidaturas cercanas. Va a ser sádicamente divertido observar las caras de asustados y lo pálidos que van a estar todos los empresarios en la próxima CADE con estos resultados, sobre todo aquellos que ahora tienen mucho que perder. Va a ser como ese cuento de Poe cuando la Muerte Escarlata se cuela en una fiesta de disfraces de poderosos y se las arruina letalmente.
Cito ejemplos: el favorito en Puno para la presidencia regional es Alberto Quintanilla, ex PUM y muy cercano aún a Javier Diez Canseco. Es un empresario radial marxista para nada tan ineficiente y tan poco preparado como el actual presidente regional Hernán Fuentes. ¡Quintanilla captura Puno (en las elecciones pasadas quedó segundo y no le ganó a Fuentes por poquito) y allí sí vamos a tener rojerío para rato administrando esa región, porque posee cuadros muy orgánicos y activistas!
Allí el candidato moderado con más posibilidades es Juan
Luque, rector universitario.
Algo similar sucedería en Junín, donde quien asoma como el posible ganador es el médico rojazo Vladimir Cerrón, educado en Cuba (¡viene de Puka Llacta; los de Patria Roja son de ultraderecha a su lado!). Allí el único que podría pararlo es el aprista Fernando Barrios, actual presidente de EsSalud, y tal vez el fujimorista Moisés Guía.
Otro radical que asoma con chance es Wilbert Rozas en el Cusco, que corre por el partido del cura Arana, mientras que el marxista Enrique Moya también tiene serias posibilidades en Ayacucho, aunque los naranjas se perfilan fuertes allí.
Y parece mentira, pero el fujimorista populistoide Absalón Vásquez, que se lanza independientemente de Keiko, es la única alternativa moderada en Cajamarca con algunas posibilidades de éxito frente al rojerío. Sólo él le podría ganar al rojo humalistoide Gregorio Santos (que es de Patria Roja. ¡Pobre Yanacocha!).
Sin profundizar mucho, ya vemos que las importantes regiones Cajamarca, Puno y Junín van a caer en las manos del marxismo más ideologizado, con serias posibilidades en Ayacucho y Cusco.
Y en donde sí sería una pena que haya reelección es en Áncash, donde Álvarez ha mostrado una ineptitud olímpica, muchas acusaciones de corrupción y la peor de las demagogias para administrar a la región que más canon ha recibido. Lo mismo en Moquegua, donde la gestión de Jaime Rodríguez ha sido aún peor, si eso cabe.
Algo similar sucedería en Junín, donde quien asoma como el posible ganador es el médico rojazo Vladimir Cerrón, educado en Cuba (¡viene de Puka Llacta; los de Patria Roja son de ultraderecha a su lado!). Allí el único que podría pararlo es el aprista Fernando Barrios, actual presidente de EsSalud, y tal vez el fujimorista Moisés Guía.
Otro radical que asoma con chance es Wilbert Rozas en el Cusco, que corre por el partido del cura Arana, mientras que el marxista Enrique Moya también tiene serias posibilidades en Ayacucho, aunque los naranjas se perfilan fuertes allí.
Y parece mentira, pero el fujimorista populistoide Absalón Vásquez, que se lanza independientemente de Keiko, es la única alternativa moderada en Cajamarca con algunas posibilidades de éxito frente al rojerío. Sólo él le podría ganar al rojo humalistoide Gregorio Santos (que es de Patria Roja. ¡Pobre Yanacocha!).
Sin profundizar mucho, ya vemos que las importantes regiones Cajamarca, Puno y Junín van a caer en las manos del marxismo más ideologizado, con serias posibilidades en Ayacucho y Cusco.
Y en donde sí sería una pena que haya reelección es en Áncash, donde Álvarez ha mostrado una ineptitud olímpica, muchas acusaciones de corrupción y la peor de las demagogias para administrar a la región que más canon ha recibido. Lo mismo en Moquegua, donde la gestión de Jaime Rodríguez ha sido aún peor, si eso cabe.
Saquen sus conclusiones.
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