ORIGEN DE LA DIABLADA, UN PATRIMONIO AIMARA
Por: Juan Tapia Huanca
Después de haber escuchado en algunos medios locales, nacionales, así como de comentarios sobre la paternidad del origen de la danza
Remontémonos a la historia. El Corregimiento de
El acta de la independencia de Bolivia que lleva fecha 6 de agosto de 1825 dice en su parte expositiva en tono vibrante: "El mundo sabe, que el Alto Perú ha sido en el continente de América, el ara donde se vertió la primera sangre de los libres y la tierra donde existe la tumba del último de los tiranos". "Los departamentos del Alto Perú, añade en su parte resolutiva, protestan a la faz de la tierra entera, que su resolución irrevocable es gobernarse por sí mismos".
¿Y por qué esta denominación del Alto Perú? Porque éramos una sola nación. En este altiplano, con similares tradiciones, costumbres, cultura de
Después de la independencia, los nativos comenzaron a demostrar sus cualidades artísticas, mezcla de la cultura europea y americana. Por ejemplo, los sicumorenos de Puno, Huancané, Cojata y la de otros pueblos eran el nacimiento de la actual morenada, no sin antes olvidarnos de la danza de negritos de Huánuco que tienen una apariencia similar a la morenada con textura diferente en cuanto a danza y música, movimiento cadencial. Estos sicumorenos, mitad diablos o supayas o sajras y otra mitad morenos, son el nacimiento de
Entonces, podemos concluir que
Como comenta Lauro Rodríguez Terceros, director del Ballet Chela Urquidi de Bolivia: “los imperios más grandes del mundo medieval fueron sometidos tres o más siglos a costumbres, mitos, supersticiones por medio de la religión católica y así nacen todas estas expresiones culturales folklóricas”. Hoy es necesario que se investigue el origen de las danzas folklóricas y se explique por qué el Perú danza igual que Bolivia.
Nuestros países son de costumbres multinacionales y en eso estamos conformados por dos nacionalidades el quechua y el amara entre otras, en términos generales. Como apunte, podemos afirmar que no sólo hay aimaras en Perú y Bolivia, los hay en Argentina y en Chile.
Esperamos que los gobernantes estudiosos no hagan un chauvinismo del folclor y sepan hacerse una autocritica, que bien tenemos que aprender que las costumbres no se pueden direccionar al antojo de cualquier persona. Es por eso las acciones similares de movimientos sociales de pueblos altiplánicos en Perú y Bolivia.
Quiero terminar estos apuntes, que la unión de los aimaras no lo pueden dividir los gobernantes y tampoco hay razón para quebrantar a nuestros pueblos. Tanto peruanos como bolivianos somos una nación con similares costumbres y tradicionales. Seguimos pensando en la unión y no actuemos como el perro del hortelano, en nuestra política exterior. Bolivia también tiene derecho de una salida al mar. Aprendamos de la antigua Europa, antes llena de iras y guerras fratricidas y hoy como una gran nación, unida con un sólo propósito, una moneda y un bienestar para sus pueblos.
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